Ha pasado más de un mes desde el día en que nos despedimos de nuestras labores cotidianas de forma espontánea. No tuvimos oportunidad de despedirnos y tampoco, de prepararnos para un cambio radical en nuestra vida.
En redes sociales y en las conversaciones con amigos y equipos de trabajo, permean los mensajes que anhelan volver a la “normalidad”, a sus rutinas y a la convivencia personal. Por ello, es importante preguntarse de qué forma nos afecta el confinamiento pero también ¿qué obtendremos como beneficio de esto?
Fuimos testigo e incluso parte de las compras de pánico que se efectuaron al principio de la pandemia: desabasto de papel sanitario, jabón para manos y más artículos de higiene personal. Sin duda, las compras se convirtieron en la actividad principal de estos días. ¿qué está ocurriendo?
La incertidumbre de la enfermedad y de nuestra situación social, llevaron a estas compras compulsivas, como si los productos nos volvieran inmunes a los daños. Es ahí cuando notamos que la sociedad no está preparada para enfrentar una situación de salud y social de esa magnitud. Lo bueno, es que podemos observar que, aunque con trabajo, estamos sobrellevando estos cambios y buscando soluciones para nuestra nueva rutina.
Entre ellas, nos hemos visto en la necesidad de comprar casi todo (o todo) en línea. Acción un poco complicada para los migrantes digitales que se han acostumbrado a la vida presencial: asistir personalmente a bancos, comprar despensa, ropa, ver a su familia y amistades. Los nativos digitales, aunque tienen la costumbre y cercanía a lo digital y tecnológico, la sobreexposición a estos medios podría resultar tediosa.
Sin embargo, nuestro lenguaje y pensamiento siempre es un anclaje de los sentimientos y estados de ánimo. Por ello, pese a las complicaciones, debemos ver el gran lado positivo de lo que nos trajo la pandemia: adaptación y evolución. La mayoría de la gente, se ha animado a sus primeras compras en línea, usar plataformas de videollamada, probar una nueva rutina y convivencia. Sin duda, podremos terminar esa cuarentena con aprendizajes en cuanto a lo digital.
Las compras en línea que adaptamos a nuestra vida cotidiana, podrán facilitar y complementar el estilo de vida de la mayoría de la población. Tomemos lo que sucede como un impulso a nuestro desarrollo y estar a la vanguardia de los nuevos surgimientos tecnológicos del mundo, para usarlas a nuestro favor.
-Jessica Zarco